domingo, 11 de octubre de 2015

Él estaba nervioso, ansioso, exaltado, estresado y muchos otros sinónimos más.

Ella, al otro lado de la ciudad, al otro lado de la pantalla, jamás había escuchado de él.

No sabía cómo comenzar, si un hola sería suficiente, o si debía incluir algo más.

Su cerebro se hizo espuma, que poco a poco se deslizaba de entre sus orejas.

Ella, inadvertida de aquello que era a causa de su existencia.


Él, al final ya solo se preguntaba. ¿Y si su corriente teórica es diferente de la mía?

No hay comentarios: