Me hubiera gustado que pudiésemos ser amigos de nuevo… como
en los viejos tiempos en los que teníamos nuestra complicidad, pero creo que tu
decidiste que fuésemos extraños de nuevo… aun no entiendo que motiva tu
decisión, ni porqué decidiste volver de ti un cascaron impenetrable al que ni
siquiera llegarán mis palabras… pero son elecciones que tomaste aunque me
parezcan inmaduras, aunque me frustren, y aunque me duelan… en estas
condiciones no es sano que me quede, me hago daño, y te haces daño tu misma con
tus dudas, y no soporto ser causante de ello. Huyo, porque no sé qué más hacer,
porque me harté de ser fuerte y encarar la situación, de comprender, de
conciliar… he llegado a mi límite, y siento que el peso del mundo y de las
personas por fin ha roto lo poco que quedaba de mi espíritu y de mi voluntad… me
voy, porque es lo mejor para ambos… me voy, porque no pude dejar de amarte…
Ya solo queda darte las gracias por tantos gratos momentos
que dejas en mí… y te agradezco que me hayas apoyado cuando más lo necesité,
aunque al final tú también te fuiste como todos los demás…
2 comentarios:
Gracias.
Gracias.
Publicar un comentario