Temo, y lleno de inseguridades mi ser.

Pienso que te busco y creo que te encuentro, pero la realidad es que habitamos realidades diferentes, todas lo son, y nadie está realmente conectado.

Vagamos solos a través de todos los rincones de la mente, miramos proyecciones en las paredes oscuras, preguntándonos si son reales, y tal vez lo sean, pero no las podemos acceder.

Chocamos contra los límites de nuestro pensamiento, creyendo que el próximo giro a través de nuestros laberintos de muros infinitos nos hará dar con ese otro que nos acompañará durante el resto del camino, pero estamos en laberintos diferentes, en un sin fin de callejones sin salida.

y sin embargo veo tu reflejo, te miro a través de un espejo sin que realmente estés ahí, debo creer que es así, y tengo fe en tu existencia. Te siento a mi lado durante el recorrido y creo que sigo tu paso. ¿será una ilusión de mi soledad? tal vez haya enloquecido, tal vez haya que estarlo para haber avanzado tanto en este limbo. ¿Perderías tu cordura conmigo? no importa si solo eres producto de mi imaginación, quédate a mi lado y continua tu camino. Al final de nuestro trayecto sabremos si existimos, aunque seguramente dolerá un poco y sentiremos nostalgia, pero así sabremos si fue real aquello que vivimos.

Aguanta, y piensa que también estoy allí contigo, conversa aunque nadie te responda, y cree que también contesto tus acertijos, que compartimos temores e inseguridades, que sufrimos y reímos. Yo lo pensaré, te llevaré dentro de mi, y pensaré que haces lo mismo, y al final, sin importar lo que vivimos, sabremos que lo hicimos.